El local donde está ubicada La Bodega 138 es la casa dónde crecimos. Nunca dejaron de llegar y quedarse con nosotros, los amigos y la familia. Siempre habían invitados y se servía comida casera hecha con amor.

Los deliciosos tallarines rojos y la clásica lasagna de la abuela, eran los favoritos de la casa. Se preparaban todas las semanas y hoy son los clásicos en nuestra carta.

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En esta casa siempre se escuchó buena música, se tenían conversaciones profundas y no tan profundas, se bailaba, se reía y sobretodo quienes pasaban por nuestra casa... eran felices.

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Cuando decidimos abrir La Bodega 138 en Agosto del 2011 quisimos crear un lugar que se sienta como nuestro hogar, un lugar cómodo donde todos son bienvenidos, con buena comida, buena música y buena onda, como siempre.

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Te invitamos a disfrutar de nuestra casa y a que te sientas como nosotros en ella…¡Felices!